Las reacciones desmesuradas ya son moneda corriente en todas partes del mundo.
Esta semana fue Letonia la que dio la nota cuando en un cine de Riga, uno de sus habitantes asesinó a su vecino de butaca por comer "ruidosamente" palomitas de maíz.
Poca paciencia, falta de consideración por parte de uno u otro, otro caso de esquizofrenia, una estrategia de publicidad?
Esto último no creo, es una película que ya consiguió que se hable mucho por sus buenas críticas, escenas de alto voltaje, una enfermedad de por demás de interesante, nominaciones a los premios de la Academia y por el sorpresivo compromiso y embarazo de su protagonista.
La víctima llegó a ver toda la película ya que el trágico desenlace tuvo lugar en el momento de los créditos. Con más razón preguntarse ¿que sentido tiene esta muerte?
Fuente: http://www.elmundo.es
No hay comentarios:
Publicar un comentario